miércoles, 14 de febrero de 2018

Kefir para el alma


  
Mi alma debe estar en el estómago y mi mente está todo el día preocupada por ella. 

Resulta que últimamente parece reclamar mucho espacio y atención, pide de todo, se hace notar... es poco discreta y ni estética ni saludablemente correcta. 


Así que el cerebro intenta aplacarla con Kefír que por lo visto es mucho más efectivo que los yogures. 


Pero debe ser que cuando llega de visita este último mi alma lo sienta en un rincón y le dice, "tu ni te menees" así que mi mente ha decidido acudir al Kefir energético en este caso materializado por la meditación guiada, porque un alma como la mía, necesita que la aten en corto que está acostumbrada a hacer lo que la da la gana y sobre todo no descansa y claro, me tiene el cuerpo en una vorágine de actividad sin efectividad que no parece llegar a ningún buen sitio. 

Si consigo doblegarla prometo dar parte y compartir semejante disfrute.

Mmmmm

Ooooommm





miércoles, 9 de junio de 2010

Las verdades a tiempo



Quiero ser mañana y no noche,
quiero ser atardecer y refugiarme en la bruma de un valle.



Deseo ser comienzo, nunca intermedio ni final.



Ojalá naciera siempre sin conocer el sufrimiento



No quiero conocer la perfección ni la experiencia

solamente quiero ser principio, el primer capítulo, el índice, ni prólogo ni introducción...

Ojalá pudiera ser el sol que te iluminase,



la alegría que te embargase




el mapa que te guiara,

la esperanza ante la duda,




el ritmo musical que moviera tus sentidos.




Ojalá tuviera siempre en mis labios la palabra adecuda
y ahorrarte así el llanto, la tristeza, el hastío de la vida.

Me ahoga tu pena y me quema mi torpeza.

Ojalá fuera rotulador para subrayarte la felicidad de lo mejor de la vida.



No lo dudes abraza fuerte, mira con delirio,




escucha con pasión y




si besas, besa de verdad y con mucho amor.


miércoles, 19 de mayo de 2010

En el autobús



 A diario el autobús me lleva a mi trabajo. Casi siempre llevo lectura entre mis manos que hace que mi viaje se haga más corto y ameno. Sin embargo, ultimamente los viajeros que compartimos trayectos se han hecho ya parte de mi día a día y a veces no puedo evitar sentir casi un vínculo. El vínculo del viajero lo llamaría yo.




En la parada en la que yo me subo al bus, coincido casi siempre con una pareja que no cede en sus arrumacos desde que llegan hasta que se bajan. Los dos juntos, por supuesto. También está la chica del flequillo y de la blackberry con funda fucsia. A veces también se sube un hombre de origen oriental, alto y moreno que se ríe conmigo cuando nos toca en asientos enfrentados. Sus piernas son larguísimas y yo le dejo espacio para que no se sienta embutido durante todo el trayecto.

Tres paradas más adelante se suben unos chicos con pinta de nuevos ejecutivos, son jóvenes, visten bien y les veo con cara de sueño a diario. A veces comentan algo entre ellos pero la mayor parte del trayecto, se encierran en sus Blackberrys o se enganchan al Ipod o reproductor mp3 de turno. En esta misma parada sube también una mujer de unos 45 años. A esta la vengo observando desde hace tiempo. Tiene una hija a la que le pregunta que le gusta que le compra para la merienda y le cosulta la cena. Quizá me equivoque pero me parece que está separada, no lleva anillo de boda. Además me he fijado que a raíz del cambio de vestimenta que experimentó a mejor, a mediados del año pasado, o cambió de trabajo o la ascendieron. Usa Loewe en sus bolsos, sus chaquetas son más distinguidas y los guantes, de varios colores, son siempre de cuero. Antes de llegar al Paseo de la Castellana, hay una parada en la que se baja una mujer pequeña, con gafas y melena siempre corta y perfecta. Su lugar casi siempre es ocupado por otra mujer que sube, ésta debe de rondar los 50 años, lleva mechas rubias en una melena morena. Es delgada, viste bien y siempre va ensimismada en un libro. Le gusta bastante gordos, jamás la veo con un de menos de 600 páginas. En esta parada también se sube otra mujer, esta es delgada, alta y de pelo rubio y corto. Siempre que la veo me recuerda a una compañera que tuve en el colegio y que me la encuentro de vez en cuando por la calle Vallerhemoso.

A partir de esta parada, ya no suele subir personas interesantes. La mayoría se bajan una parada antes que la mía. Cuando me bajo yo, el autobús se queda casi vacio y salimos desperdigándonos. Me recuerda siempre a la salida de las hormigas del hormiguero.



Así es siempre, cada día, un día tras otro. Por las tardes opto por andar, tardo 45 minutos, 3 km, me ayuda a dejar los problemas de trabajo en su sitio, en la oficina. Cuando llego a casa mi cabeza está despejada y libre de tonterías.

martes, 18 de mayo de 2010

Poema

Piso las cenizas de un cigarro que nunca fumé.



Huelo el perfume que nunca me regalaste.




Me como la comida que nunca te llegué a preparar.




Ansiosa de que el tiempo pase y el amor que nunca se hizo realidad,
me abandone y deje de ahogarme,
corro rápido dejando atrás los paisajes que nunca anduvimos y que ya, de ahora en adelante, recorreré yo sola para respirar sin sumergirme en la persona que nunca quise ser.


miércoles, 12 de mayo de 2010

¡¡¡AINSSS!!! IDILICA TARDE DE GALLETAS Y MERMELADA CASERAS

La termomix compitiendo con el volcán de Islandia, vertiendo mermelada de fresa a borbotones, las galletas con los bajos quemados, cuyo prescriptivo raspado transformó el fregadero y aledaños en lava solidificada.

Niños con mangas y manos llenas de una masa informe imposible de despegar para formar las ideales galletas, que según la receta debía ser modelable y no pringosa.

Tras el vaciado de contenidos diversos de los necesarios botes de cristal para guardar la mermelada magmática, fregoteo, esterilización, selección de trapito blanco nuevo para no estropear la esterilización, vertido de la mermelada y volcado del bote en cuestión para producir el vacío, tapa que sale disparada y contenido completo sobre mi precioso paño blanco bordado con helado monísimo, que queda teñido a trozos cual salpicados sanguinolentos y conserva a la mierda. Le doy a probar a los niños lo poco que se salvó de uno de tantos desastres naturales acaecidos esta tarde en la cocina y resulta ser la mermelada más empalagosamente dulce jamás creada (y eso que puse 50 grs. menos de fructosa de los que indicaba la receta).
-Posiblemente tenga más futuro como pegamento que como alimento.-

Y las dos hornadas de galletas realizadas a imagen y semejanza de las más ricas jamás creadas por una amiga que me proporcionó la receta, parecen un apaño casero de tarde de domingo lluviosa con pocos ingredientes y menos idea. Pues no señores, receta con más ingredientes que productos tiene un herbolario y más tiempo empleado que en preparar una tarta nupcial y el resultado mejor ni calificarlo.

También es verdad que la población en general suele tener unos estándares de calidad básicos de la muerte. Pues el otro día estuve en una demostración de la thermomix e hicieron dos panes y una ensalada americana que eran para tirar a la basura (todas las asistentes teníamos ya la thermomix, que si no la compra su padre) y allí todo el mundo que o tiene el gusto en el salvase la parte o no está por decir la verdad con tal de quedar bien, diciendo que estaba muy bueno todo. PUES NO, era un asco y ya está.

No me hace esto sentirme menos gusano o animada, pero me confirma que no cocina bien quien quiere, sino quien puede, que parecen ser pocos los elegidos, porque también estoy hartita de ir a probar los más variopintos restaurantes de cocinas creativas, americanas, mediterráneas, italianas y lo que tu quieras, y hacen las mismas marranadas o peores que me saldrían a mi.

Esta disertación es en honor a todos los artistas, médicos de renombre, famosas modelos, mediáticas actrices, demás oscarizados y encumbrados, que siempre confiesan disfrutar cocinando para sus familias y amigos y se declaran grandes cocineros. Y yo que me lo creo, ¡JÁ!

martes, 4 de mayo de 2010

La vida entre los dedos


Como la arena de la playa si la intentamos atrapar en un puño vuelve a la playa. Quizás sea ese el sentido de la vida, tomar prestados unos segundos los recursos a nuestro alrededor para luego dejarlos marchar.
Yo que siempre he querido y practicado el desapego a todo lo material aún me resisto en mi fuero interno a no poseer nada, todo existe sólo un momento como dice un certero proverbio chino: “nada permanece, lo único que permanece es el cambio”.
Resignación, contemplación y responsabilidad por ese orden ha ido haciéndose cargo mi vida del devenir de las cosas.
Es duro y como decía una amiga mía: “como cuesta vivir”.
Temerosos ante todo a fallarnos a nosotros mismos, a no estar a la altura de aprovechar todas las oportunidades, de no tener tiempo o dedicación suficiente para todos nuestros proyectos y compromisos.
No poder disfrutar de los hijos por estar muy cansados por trabajar y el resto de la parafernalia (necesaria) para mantener un hogar.
No tener fuerzas ni ilusión por compartir con las amistades momentos especiales.
No conseguir la suficiente determinación para hacer uno mismo lo que le conviene.

Sintiéndonos en el desfiladero de las tareas pendientes de múltiples posibilidades que no serán, rodeados de incipientes ideas, incluso de proyectos más o menos madurados, pero que se quedarán en el cajón.
Dicen…
que lo importante de la vida son los pequeños detalles, pararse en ellos y disfrutarlos parece ser el secreto.
Yo creo más en la flexibilidad, en la facilidad de adaptación y en la suerte.
Me siento como un vaso de cristal y soy consciente de que si intento mantener una determinación específica ajena a lo que me rodea es pretender un imposible.

Imagina que quiero contener en mi interior la luz… como soy transparente va más allá de mí, por el contrario si intento mantenerme a oscuras y luce el Sol sobre mí, estaré iluminado.


Me conformaré a contener el mejor líquido que esté a mi alcance en cada momento.


Hoy elijo agua y flores que ha recolectado mi hija para mí.

lunes, 3 de mayo de 2010

TIEMPO ROBADO AL TIEMPO


Horas que no son o que no serían, de no haber sido robadas a la noche. Dan rienda suelta a la vorágine mental que me acontece sempiterna, durante el día (la vida) subyace culpable, durante la noche (el alma) abre puertas y asoman tímidamente mil y una inquietudes, ideas, ilusiones; sueños de trascendencia vital.
Gracias a Internet vuelan de un sitio a otro, películas, blogs, imágenes, información, ideas. A modo de vertiginosa presentación de programa de noticias sin banda sonora en este caso, sólo el viento que agita los árboles tras la ventana y el silencio nocturno que se torna en el más nirvánico de las no músicas.

La dicotomía del SER O NO SER, es un momento recurrente últimamente, no se porqué, acaso sea un mensaje subliminal de mi misma. O quizás sea la esencia del principio de todo pensamiento.
Porque me gusta compartir y me gusta que me cuenten, pero también necesito saberme en un camino único, con su esencia de novedad diaria, con la sorpresa de su trazado no premeditado más allá de unas cuantas horas, días a lo sumo.

El vértigo de escribir una vida paralela a la diurna, forjada a base de experiencias y sueños fuera de las obligaciones y expectativas de nuestra vida formal.
Donde divagar es un lujo que nos lleva a nuevos puertos inesperados pero necesarios para dar forma a nuestro mundo interior.
¿Cuántos de quienes conozco tendrán parecidas querencias? Y los que de ellas no se alimentan, ¿como amueblan su alma?

lunes, 26 de abril de 2010

Amanece que no es poco

Noticias, información, comunicados, televisión, radio, internet, chat, etc. Absurdo, aburrido, rutinario que no rutilante. Y de repente una voz, un apoyo, una mano, me mimetizo, soy oreja, cartílago palpitante cual tímpano, yunke y estribo. Soy músculo, soy corazón, pulsación y contracción. Diseño el entorno, me pierdo, taconeo en el suelo, aplaudo el amanecer.

Bailo mi vida sin mirar a los lados que intentan parar el ritmo de mi corazón, mis pies y mi salero interno que palpita, pam, pam, pam...

Hubo un tiempo que para vivir necesitaba escribir, hablaba escribiendo, me vestía con los párrafos escritos durante mi descanso. La poesía marcaba un ir y venir y me hacía el boca a boca para no morir ahogada.



Ahora apenas escribo, algunas letras en un mini cuaderno que llevo siempre a mano. Ahora ya no enseño a nadie las letras que mi mente recibe de vez en cuando. Ahora escapo de la vida bajo la ducha caliente o entre las sábanas cuando la noche me dice, ya está, ya acabó todo, mañana será otro día.

miércoles, 21 de abril de 2010

Poniendo la vida en cajas


Está la cosa muy revuelta por aquí, los negocios de toda la vida, no dan para mantenerlos, los nuevos, hay que currárselos y darles forma, las personas de confianza... igual ya no lo son tanto.

Es por lo que digo que hay que compartimentar, relativizar, analizar, etiquetar y ordenar.
Guardar lo que se quiera mantener, tirar todo lo que ya no te a aporta nada -como dice un dicho japonés, lo que no te da, te quita- y como dice el Feng-Shui y mi propia experiencia, hay que deshacerse de lo que no sea imprescindible, a fin de dejar sitio para lo nuevo.

Sitio para la energía, sitio para moverse, sitio para crear, sitio para empezar, sitio para el Futuro.



Voy a tirar la caja que contiene mis sueños de juventud. No los logré y ya no me sirven para nada, ni tan siquiera sigue vigente la misma perspectiva ni las mismas quimeras.

La caja de las amistades que se quedaron por el camino, me gustaría enterrarla y darla un definitivo y digno adiós. Ninguna ceremonia lastimera o romántica, les daré el mismo final que quiero para mi cuando deje este mundo. Aplicaré lo que me aportaron a la ciencia de la experiencia para evitar males futuros.

De la caja de los proyectos he de sacar todos y volver a colocarlos dentro de 3 en 3, a fin de que no se pisen el terreno unos a otros y tengan suficiente sitio poder desarrollarse. Según vayan medrando o marchitando se irá viendo qué otros merecen la lucha.

En la caja del Yo, he de meter un espejo, por el momento contiene a los que conmigo recorren el camino, pero me falta la auto mirada, seguro que psicológicamente eso es muy malísisimo de la muerte, así que he de ponerle remedio.

A la caja de las expectativas, le voy a meter un petardazo de los de quedarse agusto, ¡hombre! Entre lo que condicionan las de los demás y lo que chafan las propias, no se para que sirven, así que a la porra.

La caja de las tonterías es mi preferida y la voy a hacer más grande y transparente, para disfrutarlas sólo con verlas. Tengo pegatinas de Hellow Kitty de las chulas, un colgante de móvil, un monstruito de lunares, rollos de canela con topping americano, florecitas que me regala mi niña en cada paseo, un mimo de mi pequeñín, los trucos con los que mareo a mi hijo mayor, pensamientos divagadores, un bote de aceite 6 en 1 por lo que pueda pasar... un anillo con super poderes del fondo del mar, un bronceador con purpurina, mis revistas preferidas, una idealización de orquídea, unas sábanas preciosas aún por tener, unos zapatos nuevos...

 



Así que sólo me quedaban las cosas que no cabían en ninguna de estas cajas, que se suelen poner en la caja misteriosa o de los lastres, esas que quedan tras la mudanza, cosas que no te atreves a tirar, pero tampoco a colocar y que buenamente pueden estar sin abrir más de 3 años. Bueno pues esas cositas irán en filita a la basura por fin.

Espero que tras esta operación de orden y niquelado vital, la vida me sonría, la luz me ilumine y el Sol me temple idealmente.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Frota, frota, que sale el genio

 Sábado noche, después de una semana infernal llena de trabajo sin agradecimiento ninguno, harta ya de jefes bipolares y con la espalda repleta de contracturas, por fin puedo decir que descanso. Aunque si soy sincera conmigo misma, solamente descanso cuando duermo a pierna suelta en mi cama de 2x2.


Durante la semana regreso andando a casa, primero por ahorrar los 9 eurazos que cuesta el Metrobús (jóder ni que fuera de oro y hecho a mano); segundo, por eso de hacer ejercicio y así bajar esos kilitos de más que a una siempre le sobran. Y tercero, me viene de perlas el paseíto para pensar en el día que ha pasado y en el de mañana, en la cena que tengo que preparar para la noche y sobre todo, para descargar adrenalina porque con cada paso que doy, dejo atrás el mal humor que acumulo en el trabajo, la poca humanidad que me rodea y el sinsabor que me deja en el paladar.

Y cuando llego a casa ¡¡¡ECO, CAPUCCINO GRANDI ITALIA!!! Ahora en serio, al llegar está mi familia, lo mejor, la que me da ¡¡¡¡¡AAALAAAAAASS!!!!!! como Red Bull.

En fin, que froto y froto a ver si sale el genio y cuando despierto del sueño en el metro o en el autobús, el que se arrima a mi lado es un joven con cara pavo sin ninguna pinta de Aladino y ni mi sale el genio ni nada, solamente aflora la mala leche de nuevo.




Por eso camino, me intento perder en las calles de Madrid, haciendo creer a mi mente que son nuevas, que son calles de París o Londres, que llegaré a un hotel donde me servirán la cena, me darán un masaje y me leerán en voz alta hasta que me duerma.

Pues ale, voy a seguir frotando a ver si sale el genio y le pido algún deseo, a ver si se deja, porque últimamente hasta los genios están en crisis ya que a las lámparas maravillosas también les han subido la luz